domingo, 24 de enero de 2016

¿Cómo debe vestir un verdadero cristiano y por qué?

En las Sagradas Escrituras existen pocos textos en los que se haga referencia exclusivamente al hombre o a la mujer. Por lo general, cuando Dios se refiere al hombre se dirige a ambos. Por ejemplo:

1 Timoteo 2:4
El cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.

Los mandatos de Dios son para todo ser humano, sea hombre o mujer. Dios se dirige al hombre porque a él ha responsabilizado de toda la creación.

Génesis 1:26
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

Tremenda posesión de responsabilidad que Dios da al hombre, haciéndolo señor de toda la creación, proveyéndole un espacio especial y manifestándole su amor y sus cuidados.

Génesis 2:9
Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.

Podemos imaginar las mejores y más deliciosas frutas que no han vuelto a existir más.

Además…

Génesis 2:15:
Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.

Desde el principio, Dios pone a los suyos en el lugar que les corresponde, siempre con una responsabilidad (“para que lo labrase y lo guardara”). Debemos, por lo tanto, cuidar y guardar siempre lo que Dios nos da, ya sea lo espiritual o lo material.

Génesis 2:16-17
Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Debemos vivir dependientes de Él, de sus claros y precisos mandamientos. Debemos ser obedientes a Él. El diablo nos incita a hacer lo contrario. Por ello, debemos aprender a discernir lo que viene de Dios y lo que viene del diablo.

Observemos que hasta aquí Dios había tratado solamente con el hombre, por lo cual los varones debemos darnos cuenta de la gran responsabilidad que tenemos para con Dios.

Génesis 2:18 y 22.
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. […] Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.

Debemos, también, entender, hombres y mujeres, la postura y responsabilidad que nos corresponde a cada uno. El hombre necesita a la mujer y la mujer fue creada para ayuda idónea.

Génesis 3:1
Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?

Por primera vez aparece el diablo frente a la máxima creación de Dios, dando a conocer sus características y dirigiéndose directamente a LA MUJER (¡Ojo mujeres!). El diablo sabe que la mujer es más susceptible al engaño y a la atracción para ser hechizada.

Génesis 3:4-5
Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

El diablo mezcla la mentira con la verdad para hechizar y luego manda el tiro de gracia.

Génesis 3:6
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

Este es el método que al diablo le dio resultado al principio y le sigue dando hasta ahora.

1 Juan 2:16
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

…Los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida (¡Cuidado MUJERES Y HOMBRES!)

Cuando la mujer y el hombre comieron del fruto del árbol que Dios les mandó que no comieran, vino automáticamente la muerte al hombre y a su mujer (espíritu, alma y cuerpo).

Génesis 3:8
Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.

“Se escondieron”, esto es muerte espiritual, separación del hombre de Dios, el Espíritu Santo fuera del hombre.

Génesis 3:10
Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.
“Y tuve miedo”, esto es muerte del alma; intelecto, voluntad y emociones descontroladas. Falta de paz, angustia, depresión, soledad, etcétera.

Génesis 5:5
Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió.

Esta es la muerte del cuerpo orgánico.

Sin embargo, a pesar de la desobediencia del hombre, el proyecto de Dios para alcanzar su objetivo sigue adelante.

Hechos 17:26-27
Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.

Habiendo heredado el pecado de Adán y Eva (una misma sangre), el hombre sigue viviendo limitado en tiempo y espacio, con la finalidad y la oportunidad de buscar a Dios.

Cuando fue consumado el pecado vino la muerte de la forma como la hemos descrito: espíritu, alma y cuerpo.

Romanos 5:12
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

El hombre y la mujer, antes de haber consumado el pecado:

Génesis 2:25
Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.

Es decir, aunque estaban desnudos no había en ellos conciencia de maldad sensual. La palabra desnudos, del hebreo eiróm, significa descubierto. Dios no había implantado ninguna forma de vestir ni para el hombre ni para la mujer, carentes de instintos carnales, de lujuria y sensualidad, como es la desnudez en la inocencia.

Pero ¿qué aconteció después de comer el fruto?

La influencia diabólica, la carnalidad (el estado caído, pecaminoso del hombre) entra en sustitución del Espíritu Santo a formar parte de la vida del ser humano. Cuerpo, alma y espíritu, son transformados de un estado de existencia eterna a un estado temporal e irracional. Dios los degrada a un nivel de animales.

Génesis 1:29
Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.

“Arbol en que hay fruto y da semilla”, este era el alimento para el hombre y su mujer antes de desobedecer a Dios.

Génesis 1:30
Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.

Alimento para los animales: “planta verde les será para comer”.  

¿Cuál fue el alimento para el hombre y la mujer después de la caída?

Génesis 3:18
Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.

¿Cuál fue la reacción de Adán y Eva en su estado de pecado?

(Recuerde que todos heredamos lo mismo)

Génesis 3:7
Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.

1.       “Fueron abiertos sus ojos”. No diga que usted no ve el bien y el mal.
2.       “Conocieron su desnudez y se avergonzaron”. No diga que a usted no le mueve la desnudez. Usted ya tiene conciencia y debería avergonzarse.
3.       “Se hicieron delantales” cubriendo sus partes sensuales por atrás y por adelante. Delantal, en hebreo Kjagor, significa un cinto que abarca de la cintura a los muslos. ¡Qué irracional! Hasta el día de hoy el hombre quiere cubrir sus pecados a su manera (podríamos decir que aquí inicia la práctica de principios religiosos). De esta forma el hombre creyó que estaba resolviendo o cubriendo su problema (su pecado).
Pero ¿qué ocurre cuando Dios los confronta?
Génesis 3:8-10
Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.

Ya no soportan su presencia, porque los métodos del hombre no funcionan para justificar el pecado y son desenmascarados por Dios, a pesar de que se habían “cubierto” con delantales, el hombre contesta con toda conciencia: “tuve miedo y me escondí porque estaba DESNUDO”.

Jeremías 2:22
Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor.

¡Solamente Dios puede quitar la mancha del pecado!

Génesis 3:12-13
Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.

El hombre y la mujer siguen necios sin aceptar su responsabilidad y su realidad de desobediencia a Dios. Tratan de justificarse y, aunque era verdad lo que dijeron, no se arrepintieron de su desobediencia.

Génesis 3:23
Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.

Cargaron con las consecuencias de su desobediencia. Sin embargo, es de suma importancia observar que, a pesar de la necedad del hombre, desde el inicio, Dios tiene ya un proyecto bien planificado para alcanzar el objetivo que se ha propuesto.

Génesis 3:21
Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.

La palabra original en hebreo para túnica (Kethonet) significa cubrir (tanto al hombre como a la mujer). Es decir, Dios les hizo túnicas para cubrir su pecado. Para esto tuvo que matar algún o algunos animalitos inocentes, probablemente corderos, porque el pecado es muerte y sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados.

Hebreos 9:22
Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.

Y este es el método de Dios que usó siempre con su pueblo escogido para remitir sus pecados.

Éxodo 29:38-39
Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, continuamente. Ofrecerás uno de los corderos por la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde.

Así hasta la venida, muerte y resurrección de Jesucristo.

Juan 1:29
El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

La sangre del cordero de Dios, Jesucristo, es quien nos redime, nos limpia, nos lava y nos justifica; esto es, nos hace justos, sin pecados delante de Dios.

Apocalipsis 5:9
y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;

Esto es, nos glorifica a todos hasta la misma presencia del Señor en vida eterna.

Habiéndoles hecho túnicas de pieles a Adán y a Eva, Dios mismo los vistió. La palabra vestir, del hebreo labash, significa envolver como a un muerto. Dios, por su misericordia y gracia, los cubre y les prolonga la vida terrenal, dándoles oportunidad de seguir existiendo por algún tiempo para así continuar su proyecto hasta alcanzar su objetivo.

Este es el principio espiritual fundamental por el cual los verdaderos cristianos debemos vestir cubriendo toda nuestra desnudez y sin dar motivo a la sensualidad.

Cuando usted, hombre o mujer, jovencito o jovencita, te vistes mostrando tu desnudez, aunque sea en parte o provocando sensualidad, estás vituperando los principios de Dios.

La Sagrada Escritura, además, nos ordena:

Deuteronomio 22:5
No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.

Ahora bien, el cristiano verdadero, discípulo del Señor, debe estar consciente de su pecado, muerto a su naturaleza vieja, pero vivo por y para Cristo.

Gálatas 2:20
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

…Vistiendo largo y suelto, sin ninguna atracción sensual. El hombre debe andar varonilmente en todo su porte, en su forma de caminar, en su hablar, en su arreglo personal, etcétera. No como AFEMINADO. Y la mujer debe ser de forma femenina, no MASCULINIZADA.

1 Corintios 6:9
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,

Por lo tanto, si Usted tiene el Espíritu Santo, si es hijo de Dios, Él le enseñará y no buscará Usted pretextos ni acomodos como Adán y Eva para hacerse delantales, porque, igual que ellos, permanecerá arrojado del reino de Dios.

Mi firma, Filipenses 3.







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